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Primer Encuentro Nacional de Escritores Latinoamericanos, del Siglo XXI 

Saludo a todos los colegas escritores

A propósito del Primer Encuentro Latinoamericano de Escritores, en el Siglo XXI, organizado por la Sociedad de Escritores de Chile, saludo a los colegas participantes y los invito a "brindar" con mis poemas...


Oración al Cristo del Morro
Arica-Chile

Señor, Tú que por largos años esperaste constante en sublime humildad ser incorporado al sibal de honor que en la cima del morro erigieron los hombres que abogan por la Paz, enséñanos hoy tu misma constancia para hacer de Arica la mejor ciudad, plenos de fe sin trizar el canto de esperanzas.
Enséñanos a mirar al Pacífico como fuente que emana riquezas y extiende nuestros brazos a los tuyos para formar el lazo de unión que ha de ir engarzando los pueblos del Continente que es granero del mundo donde se alimenta la nobleza de los que, con amor, de la nada crean.
Ahora que Tú estás allí, donde queríamos alabarte como símbolo de Paz e integración escucha ¡Oh, Cristo! nuestra plegaria del alma con la que depositamos en tu amado corazón, inspiraciones, anhelos de alcanzar perfección en la faena de hacer germinar esta tierra, Guíanos, Señor, en la ardua empresa de construir futuro a las nuevas generaciones
Señor, dirán -algunos que es utopía pensar que harás el milagro, como aquel en la barca de Pedro que creyó fantasía cuando Tú los conminaste a echarse a la mar en medio de tan grande tormenta y cuando todos zozobrar temían les llenaste las redes de abundante pesca y al amparo de tu voz cesó la angustia.
Paró la borrasca y los hombres de mar sonrieron felices y agradecidos. Creyó Pedro tu palabra, cambió su ruda faz y te fue fiel sin claudicaciones. Así, Señor, te seremos cuando Tú vuelvas a fecundar nuestro mar y nuestra tierra al tronar de las fábricas y clarines llamando a la faena cada mañana con el beso del sol de la Eterna Primavera.
Ahora nuestra alma agradecida ¡Oh Cristo! al ver como el pescador retorna a su barca y confiado arroja sus redes en busca del pan que gozoso extenderá en su mesa del hogar. Igual al espíritu ariqueño cantará al ronco repicar de las minas abiertas.
Escúchanos Señor ¡Qué felices estamos! al tenerte al fin en ese trono de amor, sillar de héroes que no trepídaron en dar la vida defendiendo su honor.
Así nosotros que habitamos este suelo no trepidamos en seguir abogando, con pan y sin pan, para que Arica siga ostentando su prestigio imperecedero de heroica, sufrída y emprendedora. Cristo del Morro permite que nunca se apague la luz de nuestras esperanzas y en leal contienda mantengamos encendida la llama creadora.
Gracias Cristo amado por abrir los brazos en la cima del Morro mirando al mar, llamando a los Continentes a entrar por las puertas de la Eterna Primavera, a gustar el maná de los felices encuentros en la vital gracia de la Confraternidad.
 

Oda al Vino
Para cantarle al vino
y describir sus embrujos
que con angélicos sones
retraten su fascinantes
virtudes y trayectoria,
hacen faltas las palabras
que tan bien saben encontrar
los sabios y poetas.

¡El vino es un himno a la poesía,
es del espíritu la ambrosía!.

Por eso es que alzo la copa,
"¡Hasta verte Cristo mío!
Muestra el cielo su gloria
y el alma evoca la huella
que arranca de la Creación
cuando Dios al trazar planos
y construir el planeta tierra
hizo con cepas de parras
la mejor plantación.

¡El vino embriaga los sentidos
igual que una puesta de sol!.

Las aromas del terrenal Paraíso
se han concentrado en el vino,
sumo de uvas de espléndido color
que de las parras han nacido
después de ordeñarle al sol
el fuego de sus entrarías.

Derrámase su llama en la sangre
despertando al dormido corazón;
cual energía de rayo, a raudales
impregna alegría en el alma.

¡El vino tiene la encantadora
magia del amor, la fuerza y razón!

Otorga reconfortantes anhelos
al solitario que perdió la esperanza.
Al emprendedor que por el bien se afana
sus horizontes amplía,
cuando éste en la vida reflexiona
y tiende la mano solidaria.

Es por eso que al beberlo con respeto
premisa la prudencia con la sabiduría
de los dones del perdón y armonía.

¡Para cantarle al vino viejo o nuevo,
al rojo, blanco o rosa: ¡en verdad
hacen falta las palabras!. Ciertamente,
sí hay una sola que lo resume todo,
cinco 1etras tiene y es bella,
como cinco puntas de la estrella.
¡Salud! es el embrujante tañido,
cual campana de nochebuena.

¡Salud! para darle gracias a Dios,
por su más acertada plantación.
¡Salud!, para compartir la felicidad
que experimenta el corazón,
cuando alzando una copa de vino,
¡'Hasta verte Cristo mío"!,
la gloria de vivir nos muestra el cielo.

¡Salud!.

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Al Vino, la Prudencia

No importando su color,
ni el lugar en que se bebe
el vino iguala en magia
cuando en una copa el dolor
se esfuma cual de Dios la gracia
al beberla con prudencia.

Provenga de cubas, barricas,
o toneles de noble madera
a degustarlo con sabiduría manda,
porque es tanta su energía
que arrebola los sentidos
y como en la alta montaña
hace palpitar dislocadas las venas
al punto que el corazón estalla.

Cuando al brindar generoso
el vaso llenes, es muy bueno
recordar al ir a "empinar el codo"
que la prudencia se impone
para que sus exquisitos aromas
sean mieles en el alma
sabiendo que es la mejor forma
para entonar la alegría
en las fiestas familiares, en la trilla,
el rodeo, carreras y rayuela,
y cuando con sinceridad se dice:
Se la hago! al amigo y al compadre,
o cuando en la enramada la vigüela
y los cantores, el ¡aro, aro! ordenan
para brindar con entusiasmo
por la graciosa dama y su huaso
que de punta y taco bailan la cueca.
¡Salud!.